La exposición Azzedine Alaïa
Pamela Golbin, curadora jefe del Musée de la
Mode et du Textile del Palais du Louvre, en París, afirmó en el
libro Art/Fashion in the 21 st Century que “comúnmente se
habla de lo que la moda ve en el arte, pero lo que es realmente interesante es
lo que el arte ve en la moda.
El arte busca un margen y la moda se lo
proporciona, ya que es muy transitorio y basado en mucho dinero. Tal vez la
moda no necesita el arte porque está en constante movimiento, pero tal vez el
arte no está preparado para abandonar la moda tan fácilmente.” Y es que sabemos
que el arte ha tenido una gran influencia en la moda a lo largo de los años. Yves Saint Laurent es el claro
ejemplo de ello. Su colección Mondrian no fue tan
sólo una oda al artista, sino una muestra viva del diálogo existente desde
tiempos inmemoriales entre la moda y el arte. Además, son muchos los
diseñadores que se refugian en el arte como un medio de inspiración e influencia.
Pamela Golbin: Tal vez la moda no necesita el arte porque está en constante movimiento, pero tal vez el arte no está preparado para abandonar la moda tan fácilmente.
Sin embargo, la gran pregunta es: ¿qué le aporta la moda al arte? La moda tiene una capacidad inigualable de atraer y conectar a millones de personas. La moda funcional le habla a un lenguaje universal del cuerpo mientras que en la moda conceptual encontramos diseñadores como Rei Kawakubo, Viktor and Rolf, Martin Margiela y Alexander McQueen, y resulta estéticamente llamativa.
Es así como las exposiciones de moda alrededor del mundo se han convertido en record-breaking, y la manera en la que el arte ha conseguido conectar con las nuevas generaciones.
Parte de la exposición Savage Beauty
En 2011,la exposición Savage Beauty, una
retrospectiva del trabajo de Alexander
McQueen presentada en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (MET) .
Según Vogue, Savage
Beauty rompió todos los récords, llegando así a ser la muestra más
visitada del MET y al Victoria
& Albert Museum de Londres.
A a finales del pasado mes de
noviembre,el Museo
Nacional de Artes Decorativas de Madrid organizada por Vogue en
homenaje al que ya es uno de los zapateros más reputados de todos los
tiempos: Manolo Blahnik. El arte del Zapato.
La exposición es una impresionante retrospectiva que contó con una selección de más de 200 zapatos y 80 de los dibujos del célebre creador y perseguía el objetivo de mostrar al público que el cosmos del zapato va mucho más allá de la moda y su función, explorando grandes temas como el arte, el cine o la arquitectura.
La exposición es una impresionante retrospectiva que contó con una selección de más de 200 zapatos y 80 de los dibujos del célebre creador y perseguía el objetivo de mostrar al público que el cosmos del zapato va mucho más allá de la moda y su función, explorando grandes temas como el arte, el cine o la arquitectura.
Se cerraba así, en
palabras de la fundadora y directora Estel Vilaseca, “un año muy fructífero
para la moda en los museos, tanto a nivel nacional como a nivel internacional”.
Y es que la moda pudo palparse también bajo la superficie de las exposiciones
que se oficiaron en Barcelona sobre Björk y David Bowie, ambos músicos con un gran bagaje de colaboraciones
con la moda a lo largo de su historia. O en Madrid, en una exposición dedicada
al maestro Manuel Pertegaz que
daba el pistoletazo de salida al otoño en la Sala Canal Isabel II mientras que, en Barcelona, se
programaba otra exposición en honor al mismo diseñador en la Fundación Rocamora. A su tiempo,
el IAACC Pablo Serrano de
Zaragoza abría las puertas a la muestra organizada junto al Museo Balenciaga de Guetaria Un
sueño de Balenciaga, el cine; descubriendo así una de las facetas más
desconocidas del gran couturier, que colaboró con directores de
cine del calibre de Hitchcock o Cocteau y participó hasta en
treinta películas.
Andrew Bolton: A
veces hay una especie de celos alrededor de la moda, que tiene el poder de
comunicarse con la gente de una manera que la pintura y la escultura no pueden.
Por otro lado, la Met Gala,evento benéfico y de
apertura de la exhibición anual del Costume Institute del MET se ha convertido en uno de los
eventos más esperados del año, acercando de nuevo así a las sociedades con el
arte. Entre sus muchos logros destacan su más reciente exposición, Heavenly Bodies: Fashion and The
Catholic Imagination (2018), Rei Kawakubo/Commes Des Garçons:
Art of the In-Between(2017) o China: Through the Looking Glass (2015),
sobre la que se acabaría realizando el documental First Monday in May.
En éste, el responsable del Costume Institute del MET Andrew Bolton reflexionaría sobre el recelo del mundo del
arte hacia la moda: “A veces hay una especie de celos alrededor de la moda, que
tiene el poder de comunicarse con la gente de una manera que la pintura y la
escultura no pueden”. Pero resulta especialmente relevante el hecho de
que, gran parte de las exposiciones, están siendo impulsadas desde las propias
marcas. Y como muestra, un botón: la retrospectiva de Dior alojada en el Museo de las Artes Decorativas de París.
O Items: Is Fashion Modern?,
que constituye la que es ya la segunda exposición dedicada a la moda del
célebre MOMA y aborda
la influencia de la moda en ámbitos tan diversos como la cultura, el arte, la
estética, la política o la tecnología.
La influencia de la moda en el arte también se refleja en la manera en la que las marcas están impulsando un diálogo entre estas dos prácticas. Cada vez son más las casas de moda que crean museos para presentar al mundo sus delicados y prestigiosos archivos.
La firma parisina Chloé inauguró un espacio con el ambicioso objetivo de perpetuar su legado que se inauguró con una exposición del extraordinario fotógrafo de moda Guy Bourdin. Pero no se trata de ningún hecho aislado, ya que en palabras de Vilaseca “las grandes casas están reforzando su vinculación con el arte y la cultura”.
Por otro lado, los casos de Ferragamo, Trussardi y Loewe han optado por crear fundaciones sin ánimo de lucro para impulsar el arte contemporáneo y la cultura, otras como Louis Vuitton cuyo grupo, LVMH, anunció la creación de la Maison LVMH – Arts, Talents, Patrimoine en un museo abandonado propiedad de la ciudad de París o Prada, que reafirman constantemente con sus museos su compromiso con la cultura.
La influencia de la moda en el arte, en definitiva, abre un diálogo acerca del rol de la moda en un contexto artístico, conectando así ambas culturas. Por lo tanto, ¿necesita el arte a la moda al igual que la moda necesita el arte? Nos atrevemos a afirmar que sí.
Parte de la exposición China
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