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lunes, 17 de diciembre de 2018

CUANDO LA MODA ES UN ARTE


Vestido-de-busto-cónico-de-1984-firmado-por-Jean-Paul-Gaultier¿Qué tiene que tener un vestido o una prenda para convertirse en un clásico?, ¿dónde está el límite entre moda y ropa?, ¿toda la moda es arte? A estas y otras cuestiones contesta el libro 'Cuando la moda es un arte' de Marnie Fogg (Lumwerg), que repasa la fuerza y el carácter revolucionario de ochenta piezas creadas entre 1920 y 2010. 
Cuando la moda es un arte muestra una selección de ochenta diseños extraordinarios confeccionados desde principios del siglo xx hasta nuestros días. La experta en moda Marnie Fogg establece en este libro las características que convierten estas prendas de ropa en piezas icónicas e influyentes: desde  las que se apropian de otras culturas, pasando por el biquini o el jersey de cuello alto, hasta las que ejemplifican el concepto de ropa interior de calle, como el vestido corsé de Jean Paul Gaultier, pasando por el “New Look” de Dior y el jersey de encaje de Rei Kawakubo para Commes des Garçons.
Este libro examina por qué ciertas prendas de temporada se convierten en clásicos, que permanecen inmutables con el devenir del tiempo y pasan a ocupar por siempre un lugar en el firmamento de la moda. La sencillez de estilo que Chanel instauró en 1954 con la chaqueta de tweed y la falda trapecio proporcionó un antídoto contra el talle de avispa establecido por el “New Look” de Dior en 1947, pero continúa siendo un ejemplar de moda contemporánea 
Lujo, forma, exotismo, Ascetismo, Subversión, Funcionalidad, Erotismo, Resurgimiento, Teatralidad y Futurismo son los nombres de los capítulos en los que se integran iconos del vestir, algunos muy ligados al cine y otros, a la historia de la moda. 
 No faltan clásicos que se actualizan continuamente como el traje Le Bar de Dior (1947) o la cazadora motera de cremallera asimétrica que hizo inolvidable Marlon Brando en Salvaje (1950), creada por Irving Schott. 
Hay diseños ligados al talento rebelde de sus creadores. El sastre femenino de mujer ideado por Yves Saint Laurent en 1967 es un claro ejemplo de la huella que el diseñador ha dejado en la historia.
 Cazadora-motera-con-cremallera-asimétrica.-1950.   Vestido-recortado-de-Gucci,-1996

Son muchos los vestidos que marcaron un antes y un después, en la moda y en la historia, pero destacan especialmente aqeullos que señalan el cambio de estilo que experimentaron las clásicas firmas de moda tras la llegada de nuevas, y jóvenes, agujas. 
Los diseños recortados de Gucci, que Tom Ford hizo irresistibles en 1996, significaron un cambio de rumbo en la casa pero también inauguraron la moda de la ropa 'deseable'. Todos querían vestir de Gucci porque todos 'deseaban' a Ford. 
                            Vestido-Maria-Luisa-de-Galliano-para-Dior

En otra línea, y con otro espíritu, se vive la renovación de Dior con Raf Simons. Su moda es moderna y su elegancia es actual pero sus patrones beben continuamente de las fuentes de la casa. Es el mejor ejemplo de eso que ahora se describe como “reinterpretar los códigos de una firma”.
Pero si alguien reinterpretó Dior y lo elevó al éxtasis fue John Galliano. Este modisto dio la vuelta a todo lo establecido e impregnó de locura la moda, haciendo espectáculo de cada desfile y posicionando la firma en lo más alto de la moda. 
 Traje-con-falda-en-tweed-de-Chanel-.1956

Pasado lejano y pasado reciente coinciden en las 200 páginas del libro. Desde el traje de falda en tweed de Chanel (1956) hasta el controvertido vestido Ombré de Prada (2013) o desde el jersey de cuello cisne que inmortalizó Audrey Hepburn en Una Cara con Ángel (1957) hasta el conjunto pastel sin cuello de Armani Privé (2012).
 Vestido-peto-de-Ricardo-Tisci-para-Givenchy-llevado-por-Cate-Blanchett-en-los-Oscar-de-2011    Jersey-de-cuello-cisne-de-Audrey-Hepburn.   Vestido-asimétrico-de-Raf-Simons-para-Dior.-2013.

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