En el siglo XIX, la moda comenzó a ser una muestra de sofisticación cercana a la cultura.Por otro lado, esta muestra incluye piezas como el vestido de Langosta que Shiaparelli diseñó con Dalí o el traje futurista de Giacomo Balla. Además el Por Art y las colaboraciones entre grandes firmas y artistas actuales trazan la historia entre las dos disciplinas, dando un repaso al surrealismo.
Con la modernización de
la sociedad en el siglo XIX, los avances técnicos y la prosperidad de la
burguesía, comenzó a apreciarse la moda como algo más, como una muestra de
sofisticación asociada a la cultura y cercana al arte.
El Museo de Arte Moderno de Viena (Mumok)
alberga hasta el 23 de septiembre en la capital austriaca la muestra Reflecting
Fashion: Kunst und Mode seit der Moderne (Reflejando la moda: arte y moda desde
el modernismo), una exposición que documenta la colaboración entre ambos campos
creativos desde hace más de 100 años, con un claro hermanamiento a partir de la
década de los ochenta que continúa en el presente.
Huyendo de la opresión
del corsé entre los primeros testimonios de que algo estaba cambiando en el
modo de afrontar el diseño de moda están las creaciones de Gustav Klimt y Emilie
Flöge que a finales del siglo XIX
crearon amplias túnicas para hombres y mujeres, inspiradas en los principios
liberadores del modernismo, que huía de la opresión del corsé o de cualquier
prenda que condicionara el movimiento y las formas naturales. Sonia Delaunay
(1885-1979), pintora y diseñadora franco-rusa, siguió con la idea de crear la
imagen de la mujer moderna, con motivos abstractos sobre textiles, un reclamo
artístico sobre una prenda de vestir: a partir del primer diseño, en 1911,
alternó pintura y moda en su obra. El futurista italiano Giacomo Balla diseñó
en 1914 trajes para hombres como figuras geométricas y tonos vivos.
En el traje
antineutro: manifiesto futurista (1914) se rebelaba contra "los colores
neutros, agradables y apagados, las rayas, los cuadros y los pequeños
puntos".
El atuendo del futurismo
debía tener "patrones dinámicos" como triángulos o espirales, que
demostraran el gusto por el riesgo, la velocidad y el peligro del que hacía
gala el movimiento vanguardista. 'Larga vida a la moda - perezca el arte' El
surrealista Max Ernst comunicaba algo más que provocación con el lema Fiat
modes-pereat ars (Larga vida a la moda - perezca el arte).
La diseñadora Elsa
Schiaparelli creó el vestido de langosta en 1937, con la colaboración de Dalí.
El pintor de Cadaqués diseñó portadas para la revista Vogue y se mostró
complacido con el resultado del vestido de noche de Schiaparelli.
El Pop Art y
el movimiento Fluxus acercaron a los artistas a la moda, el glamour y el
negocio. Andy Warhol combinó la producción artística con un poder de influencia
sobre la moda. La japonesa Yayoi Kusama o el búlgaro Christo desarrollaron a
mediados de los sesenta performances con aparatosos vestidos. La muestra, con
300 obras entre pinturas, bocetos, dibujos, textiles, vídeos y fotografías,
también entra en las colaboraciones internacionales de prestigio que artistas y
diseñadores llevan produciendo desde los años ochenta.
La fotógrafa Cindy Sherman ha
trabajado con Comme des Garçons, Issey Miyale y Balenciaga. La artista suiza
Sylvie Fleury se atrevió en 1999 a diseñar para Hugo Boss un vestido basado en
los trajes de pilotos de carreras, también incluido en la exposición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario