Vladimir Tatlin (1885-1953) es indispensable para entender las vanguardias rusas. Su trayectoria inicial como pintor de talento comenzó estudiando las formas tradicionales de los iconos, pero rápidamente dio paso hacia una versión personal del cubismo, con gran influencia de Picasso. Sin embargo, se vio interrumpida por un deseo idealista y pasional de ruptura que llegó en 1914. Tatlin cortó entonces con su producción anterior y comenzó con sus contrarrelieves, murales abstractos de madera, metal y cristal: un intento de ir más allá del arte burgués, una antesala artística de la Revolución de Octubre.
El Museo Tinguely de Basilea (Suiza), especializado en exposiciones de autores que crearon esculturas mecánicas y arte cinético cercano al dadaísmo, dedica su exposición del verano a Vladimir Tatlin, uno de los fundadores del constructivismo, un movimiento que celebraba la tecnología soviética. Un nuevo arte para un mundo nuevo, ha reunido en el Museo Tinguely más de cien obras, en su mayoría provenientes de importantes museos internacionales, que permiten una reconstrucción bastante completa de este creador decisivo en la historia de las vanguardias artísticas.
Este artista iniciador del constructivismo fue un activo representante de la vanguardia soviética. Defendió que el arte debía integrarse en el conjunto de la producción, disolverse en la vida cotidiana y renunciar a su actividad exclusivamente estética.
Para él era ineludible su función de servicio hacia la nueva sociedad: el arte debía integrarse en la producción convertido en arquitectura, diseño industrail, diseño gráfico, etc. Frente al arte como pura investigación formal, actividad necesariamente aislada y sin rentabilidad funcional a corto plazo, se requería inmediatez para la resolución de las demandas revolucionarias.
Tatlin llegó al constructivismo partiendo del cubismo y el futurismo. Del cubismo tomó la descomposición de los objetos por planos y del futurismo el interés por el uso de todo tipo de materiales. De este modo, tras la Revolución de Octubre, todo su trabajo estuvo presidido por la idea del artista-constructor dedicado a la elaboración del nuevo mundo.
Las prendas de Tatlin pretenden ser cómodas, de larga duración y fáciles de fregar. las chaquetas presentaban un corte recto, abotonadas hasta casi la garganta, con forma trapezoidal al ensancharse en los hombros y estrecharse en la cintura.
Los pantalones también se estrechaban a la altura de los tobillos. Finalmente, colocaba los bolsillos en función del largo de las mangas, sin tener en cuenta la estructura de la prenda.
Su prenda por excelencia fue el ``abrigo modular´´ este abrigo con forma oval esta fabricado en tela impermeable. Sin embargo, para poder ser usado en dos estaciones, le puso forros removibles, uno de franela para el otoño y otro de piel para el invierno. Además, el cuello estaba diseñado para poder ser abotonado hasta arriba
En cuanto al movimiento constructivista, también podemos destacar a Varvara Stepanova. Una artista dedicada a la pintura, la fotografía y el diseño y esposa de Alexandr Rodchenko.
Su obra muestra una influencia directa de los cubistas y los futuristas y dedicó su carrera a viscular su obra con el cambio revolucionario en la sociedad.
En sus diseños de moda su objetivo era claro: mejorar la sociedad en la que vivía. Por este motivo, en 1921 se dedicó casi exclusivamente al diseño por esa firme idea de que sus diseños podrían logran un gran impacto ayudando al desarrollo de la sociedad soviética. Esos diseños presentan una lucha contra la opresiva y elitista estética del pasado y, en su lugar, refleja la funcionalidad utilitaria y la producción. Esas ideas dieron lugar a diseños funcionales y geométricos.
Stepanova trató de liberar el cuerpo de sus diseños, haciendo más incapié en la funcionalidad que en la parte estética. Se dedicó a diseñar trajes para determinados campos y lugares de trabajo. Además, trató de desarrollar fáciles patrones mediante diseños simples y estratégicos con telas muy económicas.
Estos trajes tenían una dedicada calidad en la costura, bolsillos y botones, asegurando la intencionalidad funcional. Todos estos diseños se caracterizan por una composición gráfica similar y una forma base cuadrada .
Stepanova también diseña trajes deportivos con líneas gruesas, grandes formas y colores que contrastan permitiendo a los espectadores distinguir fácilmente un equipo de otro
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